La importancia del buen mantenimiento de los frenos de tu vehículo
El sistema de frenado de los vehículos y su importancia
La seguridad en la carretera es una prioridad innegable, y uno de los componentes fundamentales para garantizarla es el sistema de frenos de nuestro vehículo. No obstante, a pesar de su importancia, los problemas relacionados con los frenos son una de las principales causas por las que los vehículos no superan la Inspección Técnica de Vehículos (ITV).
Es vital comprender los síntomas más comunes asociados con los problemas de frenado para poder abordarlos a tiempo y garantizar nuestra seguridad en la carretera. Desde pedales esponjosos hasta chirridos al frenar, cada indicio puede apuntar a una posible falla en el sistema de frenos. Ya sea una cuestión de líquido de frenos deficiente, pastillas desgastadas o problemas con los discos, es fundamental identificar y resolver estos problemas antes de que se conviertan en riesgos mayores en la carretera.
¿Cuándo debo de cambiar los frenos?
Aunque existen pautas generales, como el cambio de las pastillas delanteras cada 60.000 kilómetros y las traseras hasta los 120.000 kilómetros, es crucial prestar atención a los síntomas que indican la necesidad de un mantenimiento. Por ejemplo, un chirrido al frenar puede ser señal de desgaste, al igual que un pedal de freno blando podría indicar la presencia de aire en el circuito hidráulico.
Cuando se trata de cambiar las pastillas de freno, es importante actuar con prontitud si se observa que su grosor está por debajo del 30%. Una forma precisa de verificarlo es mirar a través de los radios de las llantas con una linterna: si el grosor es inferior a 3 milímetros, es hora de cambiarlas.
Además de estos síntomas, es vital estar alerta a señales como un pedal duro, un vehículo que frena poco o tiende a ladearse al frenar. Estos problemas pueden tener diversas causas, desde la falta de líquido de frenos hasta pastillas desgastadas o discos en mal estado.
Es importante no retrasar el cambio de discos, ya que un disco roto puede resultar en la pérdida total de frenos, lo cual es extremadamente peligroso. Los síntomas de discos de freno defectuosos incluyen vibraciones en el pedal y el volante al frenar, así como rebabas visibles en la superficie de frenado.
¿Cuáles son los peligros de no cambiar los discos de freno?
Ignorar los síntomas de desgaste de las pastillas, como chirridos al frenar o sacudidas en el volante y el pedal, puede llevar al deterioro del sistema de frenado en su totalidad.
El no cambiar las pastillas de freno puede resultar en un daño progresivo en el disco de freno, el cual se desgastará prematuramente debido a la fricción constante con las pastillas gastadas. Este desgaste excesivo puede causar sobrecalentamiento en el sistema de frenos, lo que reduce su eficacia y aumenta significativamente la distancia de frenado del vehículo.
Además, la falta de fricción adecuada puede provocar un fallo total en los frenos, lo que puede resultar en accidentes graves. Un sistema de frenos defectuoso no solo pone en peligro la vida del conductor y los pasajeros del vehículo, sino también la de otros usuarios de la carretera y peatones.
No cambiar las pastillas de freno a tiempo es un riesgo que no vale la pena correr. La seguridad en la carretera debe ser siempre una prioridad, y mantener en buen estado todos los componentes del sistema de frenado es fundamental.
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